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Events and News

Boletín GAATW-REDLAC: Noticias de nuestros miembros en LAC

Premio de Derechos Humanos de ASBRAD

La defensora de los derechos humanos, Dalila Figueiredo, presidenta de la Asociación Brasileña de la Juventud, Menor y la Mujer (ASBRAD) fue galardonada con el premio João Canuto Derechos Humanos 2015. Este reconocimiento fue otorgado como mención a su trabajo contra la trata de personas y la defensa de los Derechos Humanos en Brasil. Sin duda es un gran incentivo para continuar su lucha por la defensa de los derechos humanos y contra todas las formas de violencia.    

ASBRAD

ASBRAD lleva luchando contra la trata de personas desde 1997. Empezaron a recibir a madres cuyas hijas se habían marchado a trabajar a países como Portugal y España y que, después de un tiempo, habían perdido el contacto con sus familias. Al mismo tiempo, la asociación eran contactada desde INFRAERO (la empresa pública que gestiona los aeropuertos en Brasil) y la Policía Federal; necesitaban que ASBRAD atendiera a las personas, en su mayoría mujeres, que después de varios años en Europa eran deportadas a Brasil.

Este fue nuestro primer encuentro con la trata de personas. En algunas situaciones estas mujeres habían sido declaradas inadmisibles o deportadas y regresaban al aeropuerto internacional de Guarulhos sin dinero para volver a sus ciudades de origen, recuerda Dalila.

La asociación se encontró de lleno con casos de trata de personas sin ni siquiera saber a qué se estaba enfrentando. Pero este desconocimiento no les amedrentó, sino que fue el revulsivo necesario para ampliar su comprensión  del tema y comenzar a forjar su experiencia en la defensa de los derechos humanos. Comenzaron a participar en diferentes  foros internacionales, a recibir cursos de formación y a colaborar con entidades como el Projeto Trama, el Centro Humanitario de Apoyo a la Mujer (CHAME) y el Servicio a la Mujer Marginalizada (SMM), organizaciones no gubernamentales que ya se dedicaban a afrontar la trata de personas en Brasil.

Con el apoyo de la organización holandesa Cordaid, ASBRAD desarrolló una metodología específica para identificar y atender a personas que habían sido objeto de trata. La asociación trata de asegurar con esta metodología que quienes han sufrido graves violaciones a sus derechos humanos, reciban cuidados, mediación en sus conflictos familiares, recursos económicos, servicios de salud y apoyo especial para las complicaciones específicas que implica la abstinencia de drogas. Implementaron una red de seguridad que actualmente ha sido ampliada a nivel nacional para poder atender a las mujeres de diferentes departamentos.  

ASBRAD ha tenido siempre el apoyo de la Secretaría Nacional de Justicia (Policía Federal), INFRAERO, el Departamento de Bienestar Social del Municipio de Guarulhos y, principalmente, de CORDAID. Esta coordinación institucional es una de las principales recomendaciones para favorecer las acciones complementarias en la respuesta a la situación de las personas objeto de trata y mejorar así la atención que éstas reciben.[1]

Durante la entrega del premio se alegó que desde la asociación se atiende a la ciudadanía sin ser insolentes o intrusivos, lo que garantiza el espacio de la denuncia para la criminalización de las pandillas y para la reducción del daño personal y social. Esto ha provocado que la presidenta de la asociación haya sido presionada e incluso amenazada en varias ocasiones por no  denunciar a los tratantes.

Pedimos a Dalila que nos explique el significado de ese “garantizar el espacio para la denuncia y reducir el daño”. Ella recapacita, sonríe y afirma que en ningún momento se ha   abstenido de la responsabilidad de dar a las personas que atiende toda la información para que denuncien a los autores. Incide además en la importancia que la denuncia tiene para evitar la impunidad y la perpetuación de este crimen. Sin embargo la decisión final no es de ASBRAD, nosotras estamos a su lado para apoyarlas, pero la decisión es de ellas, puntualiza, a menudo se enfrentan a situaciones muy peligrosas y su seguridad es lo más importante.

Brasil ratificó el protocolo de Palermo en 2004. Este hecho fue el pistoletazo de salida para la aprobación de la Política Nacional de Lucha contra la Trata de Personas en 2006 y la aprobación de un Plan Nacional en 2008. Estas  herramientas han contribuido a que la sociedad entienda que la trata de personas es una grave violación de los derechos humanos y que existe una responsabilidad compartida para enfrentar su lucha. 

Es necesario que las leyes contra la trata cumplan al menos lo que marca el Protocolo de Palermo y que se elaboren con la contribución de la sociedad civil. A pesar de la legislación brasileña actual, la red de seguridad para las personas objeto de trata es inexistente en las áreas más remotas de Brasil. En ASBRAD son testigos directos de la necesidad de contar con profesionales oficiales en lugares estratégicos para asegurar la continuidad en la lucha contra la trata. 

Tenemos un largo camino por recorrer para que todos los derechos de todas las personas, estén garantizados. Por nuestra parte, nacimos con el objetivo de defender la dignidad de las personas y es lo que estamos haciendo, concluye Dalila.  


1) Global Alliance Against Traffic in Women (GAATW), 2015.  “Testimonios de las sobrevivientes de trata de personas: brecha entre las necesidades de atención y los servicios recibidos después del rescate” (Pág. 222 Rec. 41). http://www.gaatw.org/publications/INFORME_REGIONAL_LAC_GAATW.0825.2015.pdf

 

Vídeo de Brigada Callejera 

Un video clip producido por el área de comunicación del Instituto Nacional de Desarrollo Social, Indesol que explica el trabajo de Brigada Callejera. 

Brigada Callejera de Apoyo a la Mujer, "Elisa Martínez", A. C., es una organización civil sin fines de lucro, especializada en la defensa de los derechos humanos, civiles y laborales de las trabajadoras sexuales y trans.

Comenzaron su trabajo enfocado en la prevención del VIH, el Sida e Infecciones de Transmisión Sexual, sin embargo, se dieron cuenta de que era necesario trabajar de forma integral dentro de un marco de respeto a los derechos humanos, lo que complejizó su tarea diaria.

En la actualidad Brigada Callejera promueve la movilización comunitaria ante la trata de personas y la explotación sexual, gestiona un consultorio médico y apoya a las trabajadoras sexuales y a sus hijas e hijos para que puedan estudiar.