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Events and News

Entrevista con Betty Pedraza Lozano, Espacios de Mujer

Betty Pedraza Lozano, directora de la corporación Espacios de Mujer, ha sido una de las ocho galardonadas con el premio anual “Héroe en la Lucha contra la Trata de Personas”, otorgado por el Departamento de Estado de los Estados Unidos el pasado 27 de julio. El premio reconoce el trabajo que llevan a cabo  diferentes personas, en distintos lugares del mundo para poner fin a la trata de personas. Betty Pedraza Lozano ha sido reconocida por su compromiso en la prevención de la trata, el acompañamiento a las personas objeto de trata en Colombia y su trabajo en pro de los derechos de todas las mujeres y hombres que han sufrido y han sobrevivido la trata de personas.

Chus Álvarez: Betty, es usted la primera colombiana galardonada con este premio, ¿cómo se siente?

Betty Pedraza: ¡Imagínese, la primera vez que postulan a una mujer desde Colombia y ganamos! Recuerdo el momento en el que me llamaron de la embajada para comunicarme que había ganado el premio, de una vez les dije que debía de ser un error, que yo no me había presentado a ningún premio. ¡No me lo podía creer!, posteriormente he sabido que fue la embajada americana en Bogotá quién presentó mi candidatura y me alegra mucho haber sido merecedora del premio.  

C.A.: ¿Qué supone este premio para Espacios de Mujer?

B.P.: Es el reconocimiento a todas las personas y organizaciones que nos han apoyado durante todos estos años. Es la esperanza de que, a través de este premio, podamos hacer alianzas interinstitucionales entre ONG, gobiernos y empresas privadas, para disponer así de los recursos humanos y económicos adecuados para enfrentar la lucha contra la trata de personas.

C.A.: ¿Cómo y por qué se fundó Espacios de Mujer?

B.P.: Espacios de Mujer nació en el 2004 tras una experiencia de cooperación internacional con la asociación italiana PRO.DO.CS. El proyecto estuvo enfocado en el auto-reconocimiento y empoderamiento de las mujeres en el ejercicio de la prostitución en la ciudad de Medellín. Terminado este proyecto decidimos continuar “ocupándonos y pre-ocupándonos” de esta población, sumamente marginalizada. Desde el principio nos propusimos contribuir a mejorar el nivel de vida de las mujeres que ejercen la prostitución en Medellín y Antioquia, apoyamos a estas mujeres en la adquisición de herramientas que les permitan ejercer sus derechos y deberes, como mujeres y como grupo específico, y ejercer su oficio de forma digna y segura.

C.A.: ¿Qué las caracteriza o las diferencia de otras entidades o asociaciones que trabajan contra la trata de mujeres?

B.P.: Yo diría que nos caracteriza la mirada de género desde la que analizamos la realidad en general y las dinámicas propias del contexto de la prostitución y la trata en particular. A través de nuestro trabajo diario nos hemos dado cuenta de que aún hace falta mucha formación y capacitación en las entidades para identificar qué es la trata y cómo se puede prevenir. Por ello hemos elaborado el kit “Maleta de viaje”,  un material del que estamos muy orgullosas y que incluso tuve la ocasión de compartir y entregar a los responsables del tema de Trata de personas del departamento de estado de Estados Unidos.

Esta mirada de género nos permite evidenciar que las víctimas son especialmente mujeres (en un porcentaje que va del 80% al 95%), sometidas en su mayoría a explotación sexual; se reportan además diversos tipos de explotación como trabajo doméstico, matrimonio servil, y otras formas de esclavitud. Desde este enfoque, no se puede obviar que la mayor vulnerabilidad de la población femenina y la ancestral permisividad del uso del cuerpo femenino como una mercancía, proceden de relaciones de poder asimétricas y de ideologías de tradición machista y patriarcal.

C.A.: ¿Cuál ha sido su inspiración en la lucha por los derechos de las personas objeto de trata?

B.P.: Miles de niños y niñas colombianas, hombres y mujeres sufren en silencio, ya sea porque son explotadas sexualmente, sometidas a trabajos forzados, presionadas a ejercer labores degradantes o a permanecer en condiciones serviles u obligadas a labores semejantes a las de la época de la esclavitud.

Según la Corporación Espacios de Mujer, alrededor de setenta mil personas son víctimas de la trata de personas cada año en Colombia. El Valle del Cauca, Risaralda (parte de la zona cafetera) y Antioquia son los tres departamentos clave de origen de las víctimas, así como de destino de trata interna. Estas tres zonas tienen en común el hecho de haber sido impactadas durante décadas por el narcotráfico y la presencia de grupos armados al margen de la ley desde finales de los años ochenta. – Aquí, la explotación sexual, el trabajo forzado y la esclavitud son las modalidades de trata más comunes –, añade Betty Pedraza Lozano.

En Colombia, la modalidad de trata interna juega un rol muy importante y este país se clasifica entre los primeros de la región en tener un alto número de víctimas. Betty especifica que en sus diez años de actividad, Espacios de Mujer ha atendido en Colombia a ciento una personas víctimas de la trata: cuarenta y dos procedentes de otros países y cincuenta y nueve víctimas de trrata interna.  De éstas, noventa y siete han sido mujeres y sólo cuatro fueron hombres. En cuanto a las modalidades de explotación han sido varias, desde la explotación sexual al trabajo forzado, del matrimonio servil al servicio doméstico.

C.A.: ¿Cuál cree que es el principal error en la lucha contra la trata de personas?

B.P.: Señalaría dos errores principalmente. Por una parte la desarticulación existente entre las entidades competentes para la lucha de la trata y la protección de las víctimas y sobrevivientes y por otra parte, la falta de compromiso del Estado en brindar protección a las víctimas y realizar un seguimiento y acompañamiento durante los procesos judiciales.

Para la eliminación de la trata de personas, es necesario no sólo el trabajo de prevención, atención y protección en los países de origen, sino el compromiso y la voluntad política para la criminalización en los países de destino, así como la solidaridad y apoyo para la restitución de derechos a las mujeres víctimas del mismo.

C.A.: Y en cuanto a avances, ¿cuál destacaría como principal?

B.P.: En Colombia, en el 2013 participamos en la creación de la “Alianza Colombiana de Organizaciones de la Sociedad Civil Contra la Trata de Personas” conformada actualmente por veinticuatro organizaciones de la sociedad civil. ¡Incluso conseguimos la financiación para celebrar el primer encuentro! Durante el año 2014, comenzamos a presentar recomendaciones para la implementación de la política pública, principalmente en los ejes de atención y prevención.

C.A.: ¿Cuáles son las principales recomendaciones que esta Alianza colombiana ha hecho a la política pública en materia anti-trata?

B.P.: Entre las recomendaciones que ha hecho destacaría las de abordar con compromiso y eficiencia la trata de personas (TdP) en todas sus modalidades, dar atención diferencial a las víctimas, establecer con claridad una base de datos concerniente a casos de TdP y contar con multiplicadores pedagógicos, por ejemplo policías y docentes.

C.A.: Recientemente han formado parte de un estudio internacional con personas que han sobrevivido a la trata realizado por la “Alianza Global Contra la Trata de Mujeres” (GAATW por sus siglas en inglés). El principal objetivo del estudio era  conocer la opinión de personas que han sobrevivido a la trata, respecto a la atención que reciben por parte de las instituciones, tanto públicas como privadas, y respecto a los servicios que se ponen a su disposición para superar la situación de trata.  ¿Qué destacaría del estudio?

B.P.: Que por primera vez las víctimas y las sobrevivientes fueron escuchadas y pudieron expresar su opinión sobre la atención brindada y sobre cómo se sintieron en los procesos de restitución de derechos.

C.A.: ¿Qué es lo que mejor y lo que peor han valorado las mujeres entrevistadas?

B.P.: Lo mejor, que su voz fuera escuchada y el acompañamiento en los procesos psicosociales. Lo peor, la indiferencia del estado frente a su situación y la falta de protección a sus situaciones de víctimas.

C.A.: ¿Qué le gustaría que todo el mundo supiera respecto a la trata de personas?

B.P.: Me gustaría que se supiera que la trata de personas sucede en la vida cotidiana y que es en esta vida cotidiana donde se hace posible la prevención. Es necesario informar, sensibilizar y capacitar, especialmente a las poblaciones en condiciones de vulnerabilidad y  al funcionariado público, clarificando algunos conceptos y aclarando de qué estamos hablando cuando hablamos de trata de personas.

C.A.: Para terminar, nos gustaría que pudiera compartir las palabras más inspiradoras que ha presenciado  en su trabajo diario de atención directa.

B.P.: Las mujeres con las que trabajamos siempre nos manifiestan su gratitud y el empoderamiento que experimentan durante el proceso de acompañamiento: “Una llega a Espacios de Mujer caída, desbaratada y sale de aquí con la cabeza bien alta porque tenemos los mismos derechos que todo el mundo. Gracias porque nos han enseñado a  luchar y seguir adelante a pesar de las adversidades.