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Events and News

Auto-organización y prevención de trata en el trabajo doméstico

Chus Álvarez, GAATW 

La auto-organización es un proceso de aprendizaje que fortalece a las trabajadoras del hogar individualmente y de forma colectiva, permite visibilizar sus condiciones de trabajo y reivindicar sus derechos. Es necesario promover dicho fortalecimiento en las organizaciones de base y garantizar el ejercicio de la libertad sindical por parte de las trabajadoras domésticas.

Aunque las cifras oficiales del Departamento Administrativo Nacional de Estadística apuntan a que existen 725.000 trabajadoras domésticas en Colombia,  la informalidad  del  sector  hace presumir una cifra considerablemente más alta. Apenas hay sin embargo espacios de diálogo social para las trabajadoras domésticas y solo existen tres sindicatos alrededor de los que organizarse; el Sindicato Nacional de trabajadoras del Servicio Doméstico (SINTRASEDOM), la Unión  de  Trabajadoras  Afro  del  Servicio  Doméstico (UTRASD) y Sintraimagra.

Yenny Hurtado, activista, trabajadora del hogar y fundadora de SINTRASEDOM, empezó a trabajar a los ocho años y ya a los once se reunía con otras niñas y mujeres trabajadoras del hogar. Uno de sus primeros objetivos fue la formación, para lo que lograron involucrar a estudiantes de la Universidad que les daban clases de primaria, secundaria y carreras intermedias, y asesoría y formación jurídica.  Esto era el hit, recuerda Yenny, porque muchas mujeres necesitaban asesoría y formación tanto a nivel personal como a nivel colectivo.

Fue en este escenario donde recibieron formación sindical y tantearon la idea de crear un sindicato. El proceso de organización les llevó más de diez años pero consiguieron crear SINTRASEDOM y comenzar con 40 trabajadoras del hogar afiliadas. Tener personalidad jurídica fortaleció el trabajo de incidencia política y la lucha sindical. La primera lucha del sindicato fue conseguir leyes que regulasen nuestro trabajo y ahora que las tenemos, la lucha se centra en hacer que se cumplan relata Yenny.

Colombia ratificó el Convenio 189 sobre el trabajo doméstico en 2014 y tiene varias políticas que buscan la protección laboral de las trabajadoras del hogar; los decretos 721 y 2616 regulan la vinculación a una caja de compensación familiar y la cotización a la seguridad social respectivamente, y la Ley 1788 de 2016 regula el pago de primas. Sin embargo, no existen mecanismos de control para asegurar la correcta implementación de estas medidas.  

C189: Sabiduria Convencional - Trailer from Sisi Sojourner Productions on Vimeo.

SINTRASEDOM cuenta con alrededor de 150 afiliadas y, aunque el trabajo se coordina en Bogotá, se realizan acciones en Calí, Chocó, Medellín, Bucaramanga y Cartagena. Las actividades y servicios del sindicato se definen en función de las necesidades y deseos de las trabajadoras que lo forman en cada ciudad para, como dice Yenny, adaptarse a cada una de las mujeres con las que se trabaja. Lo que es un continuo es la formación sindical y es que, tal y como sigue explicando, hay que estar preparadas y con la información actualizada.  

PREVENCIÓN DE TRATA EN EL TRABAJO DOMÉSTICO

Hace cuatro años que SINTRASEDOM organiza talleres de prevención de trata en Bogotá. La idea de los talleres es que las organizaciones de (trabajadoras) domésticas hablen de eso, crear una formación potente sobre el tema de trata y derechos humanos que les dé herramientas de cara a la prevención.  Estos talleres son importantes porque saber cuáles son nuestros derechos nos permite defenderlos e identificar la explotación, afirma Yenny.

Los talleres se centran en tres temáticas: por una parte el trabajo forzoso  y la trata de personas. Respecto a estos temas la idea es discutir las condiciones laborales, las horas de trabajo, la libertad o no de movimiento, la existencia o no de un contrato y otros signos que permitan identificar situaciones de abuso. Adicionalmente se trata el tema de las condiciones laborales en el trabajo sexual, puesto que en algunos casos las trabajadoras del hogar complementan sus ínfimos salarios con esta actividad económica.

A pesar del avance legislativo y del fuerte  posicionamiento de las  empleadas del hogar, la materialización de sus derechos aún no es significativa. Es imprescindible que las trabajadoras domésticas conozcan sus derechos y se posicionen como sujetos de los mismos pero también son necesarias acciones de sensibilización e información para que quienes las emplean sean conscientes de sus deberes. Ambas cosas se tienen que dar en un escenario de diálogo social entre Estado, organizaciones sindicales y otras organizaciones de la sociedad civil que reconozca el enorme aporte del trabajo del hogar a la sociedad y permita avanzar en la materialización de los derechos de las personas que lo llevan a cabo.