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Conoce Nuestras Organizaciones Miembros: Fundación Serra-Schönthal

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Read the interview in English here

Fundación Serra-Schönthal es una organización miembro de GAATW en Madrid, España. En julio de 2022, Emilia Cebrián del Secretariado Internacional entrevistó a Beatriz García de la Torre, Coordinadora de la Fundación, con el objetivo de conocer más en profundidad el trabajo que realizan, los contextos en los que operan y las comunidades a las que apoyan.

Emilia Cebrián: Antes que nada, muchas gracias por tu tiempo y tu disposición para realizar esta entrevista. Para comenzar, ¿podrías contarme cómo y por qué motivo surge la Fundación Serra-Schönthal?

Beatriz García de la Torre: La Fundación Serra Schönthal fue creada por las Hermanas Oblatas del Santísimo Redentor en el año 2013. Es una congregación que tiene proyectos de atención a mujeres en situación de prostitución o que han sido víctimas de trata con fines de explotación sexual, en 15 países. La Fundación se crea principalmente para aumentar la conexión entre los proyectos de la entidad fundadora y otros proyectos en diferentes partes del mundo, siempre con una clara visión internacional. Con esto se pretende crear redes, sumar fuerzas, conocimientos e información, enfrentarnos a nuevos desafíos o nuevas realidades que pueden darse en torno a la prostitución o la trata, como estamos viendo ahora en el campo de lo virtual. Buscamos formarnos para tener una mirada más global y compartirlo con los proyectos que apoyamos desde el Fondo Económico de Ayuda a Mujeres (FEAM). Es un fondo que tiene la Fundación para apoyar proyectos de emprendimiento, formación, sensibilización e incidencia en diferentes partes de España y del mundo de cara a una autonomía económica y una mejora en la vida de las mujeres con las que trabajamos. Los proyectos que en este momento estamos apoyando en materia de visibilización, sensibilización y formación se encuentran en Angola, Uruguay, Brasil, Colombia, Argentina, República Dominicana, Estados Unidos, México, Venezuela, Guatemala, Filipinas, Italia, Portugal, y en varias comunidades autónomas españolas.

 Entrepreneurship project Organic garden in Argentina II
Proyecto de emprendimiento: una huerta orgánica en Argentina

Emilia: ¿Cuáles son las principales problemáticas que trabajan y las comunidades a las que brindan apoyo?

Beatriz: Cuando tienes una visión internacional, las realidades son muy diversas. Hay muchos puntos en común, pero cada realidad local tiene sus particularidades, y no es lo mismo una mujer en situación de prostitución en Rosario, Argentina o en Medellín, Colombia, que una mujer en situación de prostitución en Madrid, España. Hay muchos puntos en común pero también hay realidades diferentes, por ejemplo, en torno a la pobreza económica. Por este motivo, quisiera contarte un poco sobre la situación en España, que es donde está la oficina de la Fundación. La problemática a la que nos enfrentamos es la situación de desamparo y exclusión social que enfrentan las mujeres que han sido víctimas de explotación sexual o trata o las mujeres que están en situación de prostitución y tienen dificultades a la hora de acceder a empleo, beneficios sociales del Estado, etcétera. Esto es así porque muchas de estas mujeres son migrantes, y la mayoría están en situación de irregularidad, lo cual hace que el camino sea mucho más difícil. Desde los proyectos lo que se busca es conseguir una autonomía económica para estas mujeres e iniciar trámites para la regularización. Desde la Fundación, entre otras cosas apoyamos económicamente estos, así como la capacitación para acceder al mundo laboral. Cuando una mujer decide salir de la situación de prostitución o cuando se identifica a una mujer víctima de trata y logra salir de esa situación de explotación, puede acogerse a un recurso de acogida temporal y ahí tiene un espacio de seguridad, de tranquilidad donde puede recibir cursos de formación, capacitación y/o emprendimiento con el objetivo de que cada mujer logre vivir de manera independiente con sus hijos o hijas. A modo de ejemplo, en Madrid tenemos un proyecto de acogida temporal en pisos para mujeres con hijos donde normalmente están un año y tienen las necesidades básicas cubiertas. En este tiempo se busca que ellas puedan conseguir un trabajo que puedan compatibilizar con el cuidado de los hijos e hijas, y evitar así volver a una situación de prostitución. Nos encontramos también con otras dificultades en relación a la salud tanto física como emocional de las mujeres; así como una falta de recursos importantes cuando nos reclama una atención integral.

Emilia: Nuestros miembros que trabajan con trabajadoras sexuales o mujeres en situación de prostitución y víctimas de trata que son migrantes han notado que muchas veces las mujeres no se acercan a solicitar apoyo por miedo a ser deportadas o perseguidas, particularmente cuando están en situación de irregularidad. ¿Esto es algo que han notado en su trabajo?

Beatriz: Sí, por supuesto. En el caso de mujeres que están en situación de explotación sexual o están siendo víctimas de trata, muchas veces se junta el miedo por la situación de irregularidad en el país con el miedo a que les suceda algo por iniciar trámites judiciales denunciando a los tratantes, porque ellas reciben amenazas constantemente y tienen una deuda a pagar. Los tratantes tienen diferentes formas de amenazas para que ellas sigan en esta situación y no intenten escapar. En España hay otro problema, y esto me lleva a la siguiente pregunta respecto a qué desafíos nos enfrentamos como Fundación, que es el tema de la protección a las mujeres víctimas de trata que deciden denunciar. Pocas mujeres se atreven a denunciar porque no se sienten realmente protegidas. Ha habido casos de mujeres que han seguido el procedimiento hasta el final –muchas lo dejan a medias porque tienen miedo y reciben amenazas– y han terminado asesinadas. Esto hay que atajarlo de alguna manera, y también creo que muchas veces hay mujeres que no se sienten seguras durante el proceso. Es muy difícil y no se les asegura protección.

 Reception in Madrid
 
Recepción en Madrid

Emilia: Desde GAATW hemos realizado varias investigaciones sobre los daños colaterales de ciertas medidas de lucha contra la trata, y notamos que esta problemática continúa vigente a lo largo de los años. Además de lo que ya comentaste, ¿existen otros desafíos en el trabajo cotidiano que realiza la Fundación?

Beatriz: Una de las líneas de actividad de la Fundación es la investigación, la escucha de la realidad y la sensibilización y ahí te das cuenta de la criminalización que hay de estas mujeres en todos los países. Hay mujeres tratantes que habían sido tratadas anteriormente. ¿Qué hacemos con esto? Es un desafío que nos planteamos como Fundación, pero también es un desafío general, y creemos que tiene que haber más trabajo en red. Otro desafío está vinculado con los cuerpos de seguridad, que tienen su rol al momento de desmantelar redes de trata, pero creo que las entidades que tienen una perspectiva más social, real y personal de lo que pasa con las mujeres y se les debería otorgar una mayor responsabilidad en esto. También hay un problema a la hora de sensibilizar sobre esta problemática. Lo primero que se piensa es en el punitivismo y hay un lenguaje de control migratorio para prevenir que ‘entren las mafias’. Muchas mujeres deciden ellas mismas integrarse en redes de trata porque es la única forma, o la más segura, de llegar al país de destino, por ejemplo, al momento de venir a Europa. La otra forma es lanzarte al mar y no saber si vas a llegar viva. En España tenemos un serio problema con la explotación de víctimas de trata tanto laboral como sexual. El colectivo al que apoya la Fundación principalmente son mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual, pero zonas en las que hombres y mujeres migrantes están siendo explotados laboralmente. Hay mujeres que se dedican a la fresa que están siendo explotadas tanto laboral como sexualmente, o mujeres que viven en zonas muy empobrecidas y se prostituyen en condiciones de total insalubridad. O el engaño que sufren en los países de origen, así como falta de alternativas laborales tanto en los países de origen como de destino. Estos son desafíos que es necesario abordar y aquí sí considero que es importante la incidencia política.

Emilia: Aquí confluyen varias problemáticas que son sistémicas, por eso desde GAATW siempre hacemos énfasis en abordar las causas estructurales de la trata.

Beatriz: Es necesario atajar estas problemáticas desde la estructuralidad del sistema. Con punitivismo no se logra nada y no es suficiente. Desde la Fundación lo que sostenemos es que los factores estructurales de la trata son el capitalismo, las políticas migratorias que deshumanizan, y en el caso de la trata sobre todo con fines de explotación sexual, la feminización de la pobreza. Este es un desafío global que hay que tener en cuenta a la hora de iniciar propuestas sobre cómo enfrentarnos a este delito. Uno de los desafíos que enfrentamos desde los proyectos que apoyamos  es identificar qué mujeres en pisos, prostíbulos o clubs son víctimas de explotación sexual o de trata. Es necesario ir a las causas que llevan a las mujeres a ejercer prostitución, porque no tienen otras alternativas

Emilia: ¿De qué forma incorporan las perspectivas y los aprendizajes de las personas víctimas de trata en su trabajo?

Beatriz: Son las profesionales las que están con ellas en el día, pero puedo hablarte de lo que veo en mis visitas a proyectos. Lo importante es tener contacto con ellas y no solamente coger sus experiencias, sino también preguntarles qué creen que se está haciendo mal. Por ejemplo, hay un caso de una mujer que denunció ser víctima de trata, consiguieron desmantelar la red y esa mujer entró en uno de nuestros recursos de acogida en España, pero ella vivía con miedo y sentía que no la estaban protegiendo porque se había encontrado con los tratantes. Tomar esta experiencia y que ella pueda decir ‘me gustaría que desde la entidad, el Estado o el cuerpo de seguridad se hiciese esto’, preguntarles qué creen que hay que mejorar. En los proyectos muchas veces se contrata a mujeres que han sido anteriormente beneficiarias del recurso para que se integren, como una forma de crear vínculos y colaborar en su autonomía económica. Consideramos que siempre hay que tener presente al colectivo para el que trabajas y en este caso, poner a las mujeres en el centro. Por otro lado, estamos realizando un estudio sobre nuevas formas de prostitución y trata centrado en lo virtual y una de las cosas que estamos haciendo es enviar cuestionarios a los diferentes centros y proyectos para que las trabajadoras respondan. Pero también nos interesa que hablen con las mujeres directamente sobre cómo ellas están viviendo estos cambios en cuanto a prostitución virtual para luego incorporarlo al estudio de la Fundación. Siempre es muy importante tener una cercanía y una conexión con el colectivo para el que trabajas, que en este caso son en su mayoría mujeres migrantes.

Emilia: Es muy importante lo que mencionas sobre no solo recuperar sus experiencias, sino también que sus preocupaciones y perspectivas se vean reflejadas en el trabajo de cada organización. Es una tarea muy difícil, pero siempre buscamos que sea nuestro horizonte.

Beatriz: Es muy difícil, sobre todo cuando sabes que hay una limitación. Pero en los proyectos siempre se intenta preguntar qué es lo que quieren las mujeres, y proporcionarles una sensación de libertad y seguridad dentro de un sistema que al final las sigue oprimiendo. Porque después de salir de la situación de trata o de prostitución siguen enfrentando muchísimas limitaciones. Hablar con ellas, preguntarles qué quieren, ofrecerles formaciones, que puedan hablar sobre sus ilusiones o deseos es importante, sobre todo porque son personas que han salido de una situación en la que mayoritariamente han tenido falta de libertades.

 Spanish class in one of the projects in Spain
Clase de Español en uno de los proyectos en España

Emilia: Dado que trabajan mayormente con mujeres migrantes, ¿podrías contarme de qué países o regiones provienen y cómo abordan las barreras lingüísticas y/o culturales?

Beatriz: Los perfiles de las mujeres van cambiando según la situación de cada país. En el caso de España, por la ubicación geográfica llegan muchas mujeres de África, sobre todo de Nigeria y más recientemente de Costa de Marfil. También hay muchas mujeres de América Latina como Venezuela, Colombia, Uruguay… y de Europa del Este, sobre todo de Rumania, y de otros países de América Central, como República Dominicana y El Salvador. Es una comunidad muy diversa culturalmente y esto tiene su lado positivo y su lado negativo en la convivencia. En cuanto al idioma, muchas mujeres son latinoamericanas y hablan español y otras han aprendido el español previamente porque llevaban más años en España, sin embargo, sí es una dificultad a la hora de encontrar empleo y para acceder a determinados cursos formativos.

Emilia: ¿Podrías contarme un poco más del estudio que están realizando sobre prostitución y trata en la virtualidad?

Beatriz: Cuando inició la Fundación, una de las líneas de acción era conocer la realidad y se decidió comenzar un estudio sobre nuevas formas de prostitución y trata que se estaban dando a raíz de la globalización y con el auge de las nuevas tecnologías. No queríamos cerrarnos en un principio a lo virtual, pero hemos visto que a raíz de la pandemia se ha acrecentado de manera exponencial algo que ya se había iniciado con la globalización y el auge de las nuevas tecnologías. Hemos recibido muchísima información de los proyectos que apoyamos, sobre todo en Colombia donde están haciendo un gran trabajo. Comenzamos con una primera consulta a todos los proyectos a través de un cuestionario con cuatro preguntas para conocer qué información tenían dentro de los 15 países donde está presente la entidad fundadora: que nos contaran la realidad virtual que estaban viviendo, qué observaban las mujeres, cómo se comunicaban, cómo era la captación. A raíz de esta consulta, lanzada en 2020, constatamos que a partir de la pandemia el trabajo de calle estaba migrando a los clubs y sobre todo a los pisos, y también vimos que el trabajo se estaba duplicando. Muchas mujeres continuaban trabajando en la calle o en pisos y clubs, y luego llegaban a su casa y se conectaban a sitios web, aplicaciones específicas o incluso a aplicaciones regulares como Instagram, WhatsApp, TikTok, Twitter. Este tipo de aplicaciones cobraron mucha importancia, y se dan captaciones en aplicaciones a las que accede cualquier persona a través de perfiles falsos en el caso de la trata, y además hay mujeres que ven allí otra salida económica. Uno de los fenómenos más importantes que han surgido ha sido la app de Onlyfans, con un aumento significativo de usuarias registradas tras la pandemia. Esto es algo que vimos en común entre todos los proyectos, pero cada país tiene sus propias características. En el caso de Colombia, por ejemplo, hay mucho más trabajo a través de webcams. Otra conclusión que recogimos es que con la prostitución virtual disminuye el riesgo de violencia física, aunque siempre hay un contacto tecnológico previo incluso cuando después hay encuentro físico, dado que los encuentros se suelen pactar por WhatsApp, sitios web, etcétera. Si bien es cierto que se reduce la violencia física, también aumentan los casos de extorsión a través de fotos, imágenes grabadas, y la persona que está pagando por ver ese contenido puede extorsionar a las mujeres si no hacen lo que les piden. También observamos una mayor cantidad de redes y un aumento del proxenetismo debido a la rápida expansión de lo virtual.

Emilia: ¿Tienen planes de publicar este estudio?

Beatriz: Por el momento no. Ahora estamos realizando la segunda consulta, porque uno de los objetivos del estudio es del estudio es poder llegar a más mujeres en esta situación. Ya hay proyectos que a través de herramientas virtuales han encontrado la manera de contactar con mujeres que están utilizando esta modalidad, pero todavía necesitamos seguir recabando información desde los proyectos que apoyamos.

Emilia: No tengo más preguntas. ¿Te gustaría agregar algo más?

Beatriz: Nuestra intención cuando decidimos unirnos a GAATW fue justamente aprovechar la oportunidad de intercambiar información, crear redes y contactos. Pertenecer a una plataforma como GAATW es muy importante para no quedarnos solas frente a estas situaciones tan complejas.